Importadas directamente de los carnavales parisinos, las serpentinas desembarcaron en Montevideo a fines del siglo XIX, contribuyendo a erradicar los huevazos y los baldes de agua propios de los tiempos ‘bárbaros’. No bien llegaron a nuestra ciudad, las cintas de papel multicolor coparon nuestros corsos al punto de que, aunque usted no lo crea, en el carnaval de 1899 los 265.000 habitantes con que contaba la ciudad consumieron ¡quince millones de serpentinas! Encantado con la novedad que consideraba un avance de la ‘civilización’, el cronista del diario El Siglo comentaba: ‘La serpentina es la Francia, es el espíritu parisién puesto al servicio de la alegría galante.’
Ya en la primera década del siglo XX, el juego carnavalero de montevideanas y montevideanos sumó otra novedad que, mal que bien, llega hasta hoy: por entonces se la llamó ‘papillons’ pero fue el antecedente de los futuros papelitos que reinaron a mediados de siglo y que todavía se ven en los desfiles de hoy, aunque ya no son multicolores ni son de papel.
Como puede suponerse, aquellos papillons venían en bolsitas pero lo más interesante es que éstas traían inscripciones con mensajes para todos los gustos. ‘Cuidado que nos ve la vieja’ es ideal para un novio y capaz que este otro también, aunque en este caso para uno que se había mandado una macana: ‘No te enojes por tan poco…’ El que dice ‘Si te perdés, chiflame’ parece estar invitando a seguir la farra mientras que otros la cortan en seco y rezan ‘¡Vejestorio!’, ‘No seas pavo’ o ‘Apuntá para otro lado’. Y aunque había esquelas apasionadas como la que prometía ‘Si me querés me caso’, otras lucían más bien amenazantes: ‘Mi tata te anda buscando ‘
Por supuesto que en aquella colección de ocurrencias no faltaron los piropos ni las insinuaciones románticas: ‘Qué lindos ojos tenés’, ‘Ay rubia, si supieras…’ o ‘Morocha, no seas ingrata’. Y contradiciendo a quienes hoy se quejan porque consideran que el carnaval actual está muy politizado, aquí van otros dos ejemplos de aquellos mensajes que, en plena campaña electoral, muestran al Partido Colorado entreverado con los papelitos de 1907: ‘José Batlle y Ordóñez es el mejor Presidente de la República’ y ‘Claudio Williman, candidato popular a la Presidencia.’

Grupo de Series Históricas del Centro de Fotografía de Montevideo.