El Marqués de las Cabriolas

 Tablado «El Marqués»
Carnaval 1932 🎭
Gaboto y Lavalleja
Primer Premio Municipal
Construido sobre un boceto de Bernabé Michelena que homenajeaba a Edmundo Lametz, ‘Marqués de las Cabriolas’, fallecido en 1931.
🎞 Centro de Fotografía de Montevideo
Fotógrafo: sin identificar
👀 Disponible en la colección  http://anaforas.fic.edu.uy/jspui/handle/123456789/47616

Entre 1906 y 1931, Edmundo Lametz –conocido con el apodo de Cangrejo I- fue nuestro Marqués de las Cabriolas. Humilde trabajador que de ordinario se ganaba la vida lavando pisos, en febrero adquiría un súbito y efímero destaque por obra y gracia de Momo o, mejor dicho, de la Municipalidad, que le pagaba unos pesos para que presidiera el desfile inaugural, instalado en una aristocrática carroza y rodeado de insinuantes mascaritas.

Cuando los montevideanos se aburrieron de verlo convertido en marqués de juguete, los miembros de la Comisión Municipal de Fiestas le inventaron otros perfiles: gran rajah, aviador, Pierrot, guerrero, faraón. El año en que Lametz fue un bebé, se lo vio desfilar en pañales, y en 1917 tuvo que abandonar su clásico trono para presidir el cortejo cabalgando en un asno. Para entonces, los papelitos y serpentinas con que el público agasajaba a su singular monarca habían dado paso a proyectiles tan contundentes como frutas, verduras, botellas y piedras. Por eso, independientemente del personaje que le tocara representar, desfilaba dentro de una jaula destinada a velar por su seguridad.

“Gran pueblo montevideano / aquí me tenéis presente / con el cepillo en la mano / y la corona en la frente”. Luego de presentarse con estos versos, en su proclama correspondiente al carnaval de 1920 Lametz denunciaba los atropellos de sus conciudadanos: “Me han tirado por docenas / cual si me tiraran flores / papas, huevos, berenjenas / de muy sabrosos olores”. Pero dando muestras de su buen humor, agregaba:

“Desde este carro de gloria
Os daré yo un buen consejo:
Para el tiempo de chicoria,
Atended bien al Cangrejo.
Recibiré placentero
Aunque me rompan un ojo,
Condimentos de puchero:
Una papa, un ají rojo,
Un tomate, una cebolla,
Todo lo que el pueblo quiera
Y recuerden que la olla
De comida está a la espera.”

El de 1932 fue el primer carnaval sin Lametz. Ese año, el artista plástico Bernabé Michelena diseñó en su homenaje el espléndido tablado que se levantó en la esquina de Gaboto y Lavalleja. Al mismo tiempo, luego de décadas de burlas y destratos, la memoria del Marqués comenzó a incorporarse con un dejo de nostalgia al imaginario carnavalero de la ciudad.

▶ Edmundo Lametz «El Marqués de las Cabriolas» quien presidiera los desfiles organizados por la Comisión Municipal de Fiestas durante las tres primeras décadas del siglo XX.
Carnaval 1927 🎭
🎞 Fondo Garmendia – UCUDAL
Fotógrafo: sin identificar
👀 Disponible en la colección  http://anaforas.fic.edu.uy/jspui/handle/123456789/47610

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